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Trayectoria política de un líder vasco
José Antonio Ardanza, nacido en Elorrio en 1941, comenzó su carrera política en el ámbito local, siendo alcalde de Arrasate y diputado general de Gipuzkoa. Su compromiso con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y su visión para Euskadi lo llevaron a ser elegido lehendakari en 1986, cargo que ocupó hasta 1999. Durante su mandato, Ardanza se destacó por su habilidad para impulsar acuerdos entre diferentes partidos políticos y por su firme oposición a la violencia de ETA.
El fallecimiento de un pacificador
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su familia, quienes informaron que Ardanza murió rodeado de sus seres queridos tras una larga enfermedad. El actual lehendakari, Íñigo Urkullu, junto con diversas figuras políticas y la sociedad vasca, han expresado su profundo pesar y han destacado la importancia de su legado para la paz y la convivencia en Euskadi.
El Pacto de Ajuria Enea y la lucha contra ETA
Uno de los hitos más significativos de la carrera política de Ardanza fue la firma del Pacto de Ajuria Enea en 1988. Este acuerdo, suscrito por la mayoría de los partidos políticos vascos, excepto HB, se convirtió en un símbolo de la lucha contra el terrorismo de ETA y marcó un antes y un después en la política vasca. Ardanza fue un firme defensor de este pacto, que buscaba la deslegitimación de la violencia y el fortalecimiento del autogobierno vasco.
Condolencias y reconocimientos
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, el PNV, así como otras formaciones políticas y representantes de la sociedad vasca, han expresado sus condolencias a la familia de Ardanza y han resaltado su honestidad, pacifismo y abertzalismo. Su figura es recordada como la de un político comprometido con su tierra y con los valores de paz y convivencia.
El legado de José Antonio Ardanza
El legado de José Antonio Ardanza se extiende más allá de su papel en la deslegitimación de ETA y la firma del Pacto de Ajuria Enea. Su liderazgo durante una de las épocas más difíciles de la historia reciente de Euskadi, su capacidad para impulsar el diálogo y el consenso, y su contribución a la recuperación económica de la región son aspectos que lo destacan como una de las figuras políticas más importantes del País Vasco. Tras retirarse de la política activa, Ardanza continuó su labor como presidente de Euskaltel, demostrando su compromiso con el desarrollo de Euskadi.
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